23.10.08

Obvio

Si algo me rompe soberanamente las pelotas es explicar lo obvio. Por razones profesionales lo he tenido que hacer, tal vez, durante demasiado tiempo.
En un lugar donde todos los días se llenan espacios entre avisos con gacetillas oficiales, seudo noticias sobre auspiciantes, novedades sobre la vida en Ganímedes y chupaditas de culo al poder de turno, explicar lo obvio se hace imprescindible, si uno pretende informar.

El tema es que en una ciudad de 130.000 habitantes, lo más probable es que para una buena parte de la población –peluqueras sin alfabetizar, cagatintas, vendedores de seguros, garcas de diversos pelajes y todas sus respectivas familias-, explicar lo obvio puede llevar a enemistarnos, casi siempre sin saberlo, con la mitad de las personas que creen conocerte y con las que jamás cruzaste más de tres palabras. Hablando de eso.

El otro día me crucé ocasionalmente con uno de los tantos burócratas de la politica pueblerina–un tipo que hace 20 años habita en los pliegues de la municipalidad, cobrando por hacer que trabaja un par de horas al día-, que al verme hablando con un conocido de él se siente autorizado para decirme: -¡Ehh, porque no les pegás un poco más a los de la esquina, eh? Y te dejas de escribir pavadas sobre nosotros? (el tipo labura en el hcd local) … Entre darle la razon con un gesto indiferente o ignorarlo, opté por empezar a decirle –tal vez en un tono algo subido-, que estaba hablando con el único pelotudo que hace 10 años se anima a denunciar a “los de la esquina”, y que eso no impide que además pueda ocuparme de otras cosas… pero claro, me cansé antes de terminar la frase…

Lo obvio es inefable, salvo entre los idiotas...


Cuando era muy joven leía a los poetas franceses, Eluard, Breton, Baudelaire, los dadaístas….y había uno que no era francés pero para mí era lo mismo porque me crié en villa fox y no conozco más allá de la costa uruguaya…. El tipo se llamaba Michaux, y para mí era inevitable asociarlo con un gato…

Tenia un poema que hablaba de alguien al que primero lo mataban a palos entre tres y se levantaba, después lo agarraban entre cuatro y se levantaba, después le pasaban por arriba con un carruaje y se levantaba, hasta que por último lo agarraron con una aplanadora….
Como el tipo ya no se levantó más, el comentario general era “-¿Vieron que teníamos razon, que este era un flojo?”

Ese poema habla bastante de nuestra condición humana. Pienso que el tipo si quería se hubiera levantado, pero estaba cansado de hacer el papelito. Es lo que pasa. Artaud decía que al poeta muerto le hacen homenajes y antologías, pero vivo jamás le alcanzarían ni una tacita de café…
Tenía suerte, porque ahora ni al vivo, ni al muerto …

Con el periodismo pasa algo curioso…

Si no te juntás con los mercenarios, si no te enchastrás con la inmundicia, sos un loco suelto. Y si a pesar de eso igual logras tener muchos lectores, influencia, entonces sos un loco suelto y peligroso…


El problema es que la locura, como el azúcar del almacen de mi abuela, sólo se vende suelta. Y la felicidad también.

2 comentarios:

gabrielaa. dijo...

belga. era belga.



PISOTEADO

Cuando lo hubieron pisoteado durante diez años;

"Después de todo, dijeron, tenía algunas cualidades,

A partir de hoy, se prohibe a todos pisotearlo"

Se fue levantando poco a poco, porque tenía realmente cualidades.

Pero un domingo, como al pueblo le gusta mucho la juerga, se le permitió que lo pisoteara una vez más.

Y fue en tal forma aplastado ese solo domingo, o talvez ya había perdido esa costumbre, que se sintió más miserable que nunca.

"Después de todo, dijeron, no tenía tantas cualidades"





gracias

Anónimo dijo...

Mercenarios es poco. Yo los tildarìa de còmplices, de aprovechados, es estafadores, de ratas.Y todavía la gente de nuestro pueblo sigue compràndoles esos pasquines inmundos que publican o comentando notas bizarras recomendadas a idiotas.