El resultado de las elecciones locales de ayer cumplió con las leyes de la lógica, esa ciencia que no siempre suele funcionar en política.
Por primera vez desde 1983, el peronismo fue a las generales claramente dividido en dos, diría que partido profundamente en dos, perdiendo ante una coalición “no peronista” por 15 puntos., unos 8.000 votos.
Con la particularidad de que Omar Bernués es el primer Intendente, desde el retorno de la democracia, que no puede renovar su primer mandato.
Si hubiera gobernado durante los 4 años como lo hizo el último mes antes de las elecciones, seguiría siendo Intendente.
El electorado zarateño tiene un histórico sector peronista, con fuertes raíces en los barrios, que viene desde sus épocas de pujanza fabril. y frigorífica en las décadas del 40 y 50.
Ese electorado de “pertenencia partidaria PJ” es menor que hace 20 años, -la gente tiene la pésima costumbre de morirse, sea del partido que sea-, pero se acrecienta con el voto clientelar, característico de la democracia representativa del último tiempo: ·"Vos pedime pescado que yo te lo consigo, pero no me pidas cañas ni que te enseñe a pescar, porque se me acaba el negocio."
Por otro lado, como en toda ciudad, históricamente hay una porción importante del electorado que no se referencia en el peronismo histórico. Electores con un pasado familiar radical o socialista y que suele volcarse en las urnas ante las opciones que suelen autodenominarse ambiguamente “progresistas”. Luego quedan las minorías, por derecha o por izquierda.
Elecciones zarateñas, 1983-2007
Hagamos historia. Después de los años de plomo, con la aparición de Aldo Arrighi en 1983, el socialismo, que nunca había pesado demasiado en la política local, llegó a la Intendencia.
Y llegó acompañado de muchos votos radicales, conservadores y tambien peronistas.
Se votaba “al hombre”, y así sucedió en 1983, en 1987 y en 1991.
En 1995, “el hombre” finalmente perdió después de tres mandatos ante el peronismo, en una elección muy reñida donde el PS fue en una boleta huérfana, sin recibir derrame de ninguno de los candidatos nacionales.
En 1999, con el auge de la Alianza UCR-Frepaso contra el menemduhaldismo, en Zárate no se presentó Arrighi. El candidato elegido –un radical-, no pudo ganar y se quedó a escasos votos de Rivadavia 751.
En el 2002 estalló Zárate junto con el país., pero con el ingrediente de que la masiva movilización local fue enfrentada abiertamente por el sector ortodoxo del peronismo, en la figura de Oscar Morano.
Fue como un pequeño 17 de octubre, pero al revés.
De ese enfrentamiento sale fortalecido el ex moranista Omar Bernués, quien vence a Morano en internas abiertas –las únicas que se hicieron-, y con ese envion logra derrotar al socialismo de Caffaro por 2.000 votos.
Siempre con el PJ alineado detrás de un solo candidato.
Con el advenimiento del kirchnerismo, la identidad justicialista se licúa en numerosas facciones desde el piketerismo cooptado por el Estado hasta la casta sindical.Estos sectores ya no dirimen su prevalencia en internas sino a través de “consensos”, “dedos” o, directamente, en las elecciones generales.
Así se llega al 2007, previa escala legislativa en el. 2005, donde el PJ (Duhalde) va por un lado y el Frente para la Victoria (Kirchner) va por el otro.
En esa elección, por primera vez, en Zárate sólo obtienen bancas los peronistas: 7 el FpV (Fox + UOM) y 2 el PJ- Bernués, entonces aliado con la CEZ.
Tal vez ese triunfo circunstancial, de la mano del huracán K, les hizo perder perspectiva y pensar que, aun divididos en el 2007, igual tenían chances de repartirse las bancas, incluyendo el premio mayor de la Intendencia.
No fue así. El voto clientelar y el voto auténticamente peronista se dividieron en dos, sumando poco caudal independiente.
Mientras tanto, el voto opositor zarateño (al PJ gobernante , al FpV y a sus vaivenes con la caja negra de la CEZ) se concentró en la Coalición Cívica, que igualmente sacó menos votos que la suma de los sectores peronistas.
¿Furlan y Bernués hubieran sumado matemáticamente sus votos en una sola lista? Es improbable.
En política, 2 más 2 pocas veces da 4.
Pero seguramente el peronismo hubiera tenido más chances de seguir en el gobierno comunal.
Bernués dijo a sus íntimos:
“Si desde arriba me obligan a transar para ir junto a los que sistemáticamente trabaron mi gestión, prefiero bajarme”.
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