23.7.07

Un boliche de Campana con nombre Nazi


CORTAS PATAS

(por Miguel A. Di Fino) (*)

Si la mentira tiene patas cortas, cuál no será el paso que marque una experiencia en boga en el pueblo que se reverenciaría, según lo que pudo averiguar la columna de distintas fuentes, con el nombre de quien fuera “publicista” de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, un tal Sergei Alexandrovich Nilus (http://es.wikipedia.org/wiki/Sergei_Nilus), quien diera sustento a una de las tantas infamias que el nazismo utlilizó para exterminar al pueblo judío y que lamentablemente redivivo parece volver con el “nombre de fantasía” de “Nilus”, colocado a un boliche o bar local –ubicado en Las Heras entre Mitre y 9 de Julio-, al cual es de suponer quienes concurran desconocerán la calaña del personaje que se evoca y salvo que el término “Nilus” aluda a una deformación latina del río “Nilo”, resulta nefasto que se haya autorizado la imposición de tal nombre por parte de funcionarios o autoridades competentes que entienden en tramitaciones de habilitación de locales de ese tipo.

¿Tampoco habrán reparado en tal hecho ninguno de los concejales, ninguna de las reparticiones que integran la actividad municipal...?, ¿no prefiguraría la utilización de tal nombre una trasgresión o actitud lesiva que debería ser denunciada ante autoridades del INADI (http://www.inadi.gov.ar/centrodedenuncias_comodenunciar.php), para que se expidiera...?, a poco de cumplirse trece años del brutal atentado a la AMIA, ¿ninguna institución, ningún sector político, ningún campanero mínimanente conocedor de quién fuera Nilus, “escritor religioso ruso, autoproclamado místico y agente de la policía secreta de la Rusia Imperial, la Ojrana”, ha puesto de relieve tal situación...?.

Observe el lector qué publica un sitio web “filonazi” en la red, para el que los “Protocolos son, por su magnitud y su contenido, los documentos más importantes que se hayan encontrado en alguna parte sobre los propósitos del sionismo en el mundo, siendo publicados entre 1905 y 1907 por Sergei Nilus en San Petersburgo y mostrados al propio Zar para prevenirlo de la asomada revolucionaria que los judíos preparaban en su contra; pero el soberano, como siempre mal asesorado, acabó por desoír todos los consejos al respecto con los resultados que todos conocemos.”[...]“Los Sabios de Sión son seres oscuros, de paradero desconocido, especialmente preparados para definir constantemente los cursos del judaísmo sionista y que, a fin de cuentas, controlan el orden del mundo a través de todas las organizaciones judías y masónicas que los siguen y les complacen.”...”(“Adaptado del excelente texto de Era Hitleriana” /http://www.libreopinion.com/members/mnsdp/histproblemjudio.htm), y probablemente ante tanta vorágine electoral, afiches, fotos, spots publicitarios, etc., etc., tratar de abrevar un poco en cuestiones que hacen a la dignidad de las personas pase desapercibido en un pueblo como el campanero, indiferente ante tantas cosas.

Pero quizás más inquietante resulte el hecho de que el boliche sería propiedad de un concejal que –de ser cierto lo de “Nilus”- dudosamente advertiría sobre las “virtudes” de tal personaje a los parroquianos asistentes al lugar que sí habrían sido “advertidos”, cuando recientemente se habrían inscripto símbolos nazis en el frente del local, hecho de por sí también lamentable, ya que la posible vía de repudio debería transcurrir por otros carriles, como los vinculados a la exposición pública del lugar o los previstos por la ley.

¿Darán cuenta de tal situación autoridades locales o noveles instituciones que se referencian con la temática de los derechos humanos...?, por lo pronto, la columna trasladará la inquietud a integrantes de la APDH para tratar de canalizar el tema, actitud que también podrían asumir quienes no necesiten “protocolo” alguno para repudiar a cualquier “Nilus” que haya por ahí.


(*): extractado columna "La Dominguera". Publicado en "La Auténtica Defensa"/Campana-22/07/07

1 comentario:

morgana dijo...

El mundo blog también sirve para esto: Avivar giles, abrir ojos bien cerrados, mostrar didáctica y generosamente lo que se sabe o lo que se tiene...
Muy bien, muy bien niño.
Siga así.