Hace varias semanas viene apareciendo en los medios locales un cruce de cartas abiertas entre los miembros de la Asociación de Amigos del Museo “Quinta Jovita” y el Presidente del HCD zarateño, Francisco Abel Furlán, respecto de la frustrada “donación” por parte del Sr. Esteban De La Torre de “dos habitaciones” de la vieja casona familiar a cambio de que le dejen construir en sus terrenos aledaños un edificio de propiedad horizontal con 22 departamentos más de los permitidos en la legislación vigente.
El tema es así: en el marco de un proyecto inmobiliario de carácter privado, el propietario del solar lindero al Museo, sobre las barrancas con una espléndida vista al Río Paraná de las Palmas, firma un convenio con Bernués por el que ofrece una “donación” que no es tal, sino que a cambio de ella Bernués, con el asesoramiento de la Asociación de Amigos del Museo, le otorga un “permiso”, - previa ratificación del convenio por el HCD por que así lo exige la Ley -, para agregarle al edificio a construir 22 departamentos más de los 37 habilitados por la normativa vigente.
Ante la negativa del HCD por mayoría simple, con los votos del Frente para la Victoria, el socialismo y el comunismo, los Amigos del Museo han manifestado en bloque su consternación ante lo que consideran “motivos personales” que “atentan contra la preservación de la identidad” (¿?) de los zarateños.
El edificio está habilitado para su construcción, respetando el Código de Planeamiento de nuestro Partido.
Ahora bien…. ¿no resulta raro que las damas que velan ad honorem por nuestra identidad impulsen la recepción de dos habitaciones de una vieja casona “a cambio” de la construcción de una torre ilegal frente al río, en el lugar más caro de la ciudad?
¿Una ciudad cuya infraestructura sanitaria ya está colapsada, un hecho del que pueden dar cuenta los habitantes del otro edificio que se construyó al lado del Museo, de solo seis pisos, que periódicamente ha sufrido problemas cloacales?
Recordemos (Ver “La polifuncionaria” en este mismo blog), que Silvia Irene Baccino, la Presidenta de la Asociación de Amigos del Museo “Quinta Jovita”, casualmente esposa del Diputado Provincial Eduardo Fox, además cobra un sueldo por la función y el nivel de Directora del Plan Regulador Municipal, o sea que es la funcionaria que hace unos 20 años tiene bajo su órbita la planificación del crecimiento armónico de la ciudad, en una gestión que, a todas luces y a la vista de nuestra deficiente infraestructura urbana, se ha convertido en un rotundo fracaso.
Su adlater en el Museo, la Arq. María Luisa Sorolla, también cobra un sueldo municipal, en Obras Públicas como Jefa de Departamento.
Ambas funcionarias hace más de dos décadas que viven de un sueldo público en el área de la planificación urbana.
Tal vez por esa misma antigüedad tengan una inclinación por la preservación del pasado, y descuiden la forma en que a los zarateños se nos viene encima, literalmente, el futuro.
Esta vocacion de servicio financiada por el Estado las ha llevado a ambas a dictar cursos y conferencias a dos voces en los lugares más remotos del país, incluyendo los bellísimos paisajes australes de El Calafate.
Sería deseable que además de su preocupación preservativa, muy loable por cierto, se ocupen de su función rentada, que tiene que ver con el presente y con el futuro de nuestra querida ciudad.
El tema es así: en el marco de un proyecto inmobiliario de carácter privado, el propietario del solar lindero al Museo, sobre las barrancas con una espléndida vista al Río Paraná de las Palmas, firma un convenio con Bernués por el que ofrece una “donación” que no es tal, sino que a cambio de ella Bernués, con el asesoramiento de la Asociación de Amigos del Museo, le otorga un “permiso”, - previa ratificación del convenio por el HCD por que así lo exige la Ley -, para agregarle al edificio a construir 22 departamentos más de los 37 habilitados por la normativa vigente.
Ante la negativa del HCD por mayoría simple, con los votos del Frente para la Victoria, el socialismo y el comunismo, los Amigos del Museo han manifestado en bloque su consternación ante lo que consideran “motivos personales” que “atentan contra la preservación de la identidad” (¿?) de los zarateños.
El edificio está habilitado para su construcción, respetando el Código de Planeamiento de nuestro Partido.
Ahora bien…. ¿no resulta raro que las damas que velan ad honorem por nuestra identidad impulsen la recepción de dos habitaciones de una vieja casona “a cambio” de la construcción de una torre ilegal frente al río, en el lugar más caro de la ciudad?
¿Una ciudad cuya infraestructura sanitaria ya está colapsada, un hecho del que pueden dar cuenta los habitantes del otro edificio que se construyó al lado del Museo, de solo seis pisos, que periódicamente ha sufrido problemas cloacales?
Recordemos (Ver “La polifuncionaria” en este mismo blog), que Silvia Irene Baccino, la Presidenta de la Asociación de Amigos del Museo “Quinta Jovita”, casualmente esposa del Diputado Provincial Eduardo Fox, además cobra un sueldo por la función y el nivel de Directora del Plan Regulador Municipal, o sea que es la funcionaria que hace unos 20 años tiene bajo su órbita la planificación del crecimiento armónico de la ciudad, en una gestión que, a todas luces y a la vista de nuestra deficiente infraestructura urbana, se ha convertido en un rotundo fracaso.
Su adlater en el Museo, la Arq. María Luisa Sorolla, también cobra un sueldo municipal, en Obras Públicas como Jefa de Departamento.
Ambas funcionarias hace más de dos décadas que viven de un sueldo público en el área de la planificación urbana.
Tal vez por esa misma antigüedad tengan una inclinación por la preservación del pasado, y descuiden la forma en que a los zarateños se nos viene encima, literalmente, el futuro.
Esta vocacion de servicio financiada por el Estado las ha llevado a ambas a dictar cursos y conferencias a dos voces en los lugares más remotos del país, incluyendo los bellísimos paisajes australes de El Calafate.
Sería deseable que además de su preocupación preservativa, muy loable por cierto, se ocupen de su función rentada, que tiene que ver con el presente y con el futuro de nuestra querida ciudad.
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