Parecían más contentos los K por arañar el ballotage que Macri por arrasar en la primera vuelta. Casi 22 puntos de diferencia configuran un resultado difícil de torcer el 24 de junio.En las fotos se ve, por un lado, a la fórmula ganadora.
Por el otro, al aparato político que sostiene el bueno de Filmus.
Por último, al histriónico Hombre Teler haciendo mutis por el foro.
Todos los recursos del Estado fueron puestos a su disposición para que Telerman saque el 20%, y Filmus, ex funcionario de Grosso y De La Rúa, alcance algo menos de 24 % e los votos.
¿Será que Kirchner está volviendo de a poco a su nivel de mayo del 2003? No seamos malos.
La Capital Federal es un distrito históricamente esquivo a la Nación, y en el interior del país la chequera presidencial va a duplicar estos guarismos para octubre.
Ninguna de las encuestas previas daba esta diferencia a favor de Macri.
Estos eran los números hace un mes, y la principal diferencia son los 12 puntos promedio que el PRO superó en todas las mediciones, producto de la avalancha de las últimas dos semanas.
Ahora se viene el escenario previsto: Kirchner profundiza la campaña sucia (nos vamos a enterar que Gabriela Michettti en realidad camina y tiene el record nacional en los 100 metros llanos), para intentar evitar una verdadera paliza electoral con la consolidación de Macri como el líder de oposición, a base de un discurso "en positivo" con eje en "la gestión".
Lo concreto es que tanto K o CK se sacaron de encima a la temida "Coalición Cívica" y tendrán a su disposición en octubre el lugar en el tablero que buscaban: ellos se presentarán como el "proyecto nacional", con cierto toque de centroizquierda, contra el "liberalismo" de "los 90".
Lo curioso es que las dos figuras que encarnarán este discurso son precisamente, hijos de los "90": Kirchner y Scioli.
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